Una trama llamativa: el plan de Colo Colo con Omar Carabalí
El futbolista encontró en la Roja un protagonismo que Colo Colo jamás le entregó. La política del club lo determinó así. Una mayoría de ByN presiona.
Gracias a su actuación en el Preolímpico Sub 23 y la imagen positiva que dejó en un microciclo, Omar Carabalí se ganó el llamado de Reinaldo Rueda para las Eliminatorias. Es parte del plantel que enfrentará a Uruguay y Colombia en el inicio del camino hacia Qatar 2022. El portero encontró en la Selección un respaldo que buscó durante años en Colo Colo. Hoy, a préstamo en San Luis de Quillota, el nacido en Guayaquil genera reacciones en el Monumental.
Carabalí llegó el 2013 a Macul y en poco tiempo se consolidó como una de las grandes promesas de Colo Colo. Sin embargo, en marzo del 2018 inició un extenso ciclo de inactividad. Sus 21 años le impedían jugar en el Fútbol Joven y su nacionalidad lo alejaba de una inscripción en el primer equipo. El 3 de julio de ese año, el arquero anunció en AS: “Decidí convertirme en chileno. Tengo a mi hija acá, voy poder jugar sin cupo de extranjero y voy a soñar con la Roja”, decía, mientras comenzaba los trámites en el Departamento de Extranjería.
A la espera de una respuesta, el Deportivo Cuenca intentó ficharlo en enero del 2019. El jugador rechazó la propuesta para pelear una chance en el club. No obstante, solo un mes después, el portero sufrió el primer golpe: Agustín Orión se lesionó y Colo Colo contrató a Darío Melo. Meses después, Carabalí tenía ofertas de Everton y Barnechea para ir a préstamo. Pero la gerencia deportiva volvió a intervenir en su camino: optó por dejarlo como tercer arquero cuando Orión se fue definitivamente del Monumental.
La trama de un Carabalí perjudicado se repitió poco tiempo más tarde, cuando la directiva de Blanco y Negro cerró un acuerdo con Miguel Pinto. El nacionalizado ahora pasaba a ser el cuarto arquero del club. Con 22 años, el jugador reaccionó con molestia: “Ahí está el problema. No les gusta arriesgar”, escribió en redes sociales. “No bajaré los brazos nunca y volveremos más fuertes que nunca”. En ese momento, Colo Colo lo mandó a préstamo a San Luis por una temporada.
Las decisiones de Colo Colo no fueron casualidad. Es parte de su política. Con Marcelo Espina y Ariel Paolorossi en el club, una serie de futbolistas albos han debutado lejos: “Como no tenemos competencia de reserva, el futbolista se tiene que terminar de formar en el primer equipo y eso es complicado. Por eso está bueno cuando se envían a préstamo, porque empiezan a competir con jugadores más grandes y eso le hace bien al desarrollo de los chicos”, explicaba el jefe de cadetes hace menos de un mes.
Ese escenario podría cambiar. Una mayoría amplia del directorio de Blanco y Negro empuja por dar mayor protagonismo a los juveniles. “Se debe impulsar fuertemente el desarrollo de nuestra cantera para llegar al plan 60/40”, dice una carta que cuatro directores leyeron en la reunión de esta semana. La política deportiva que propone el Club Social y Deportivo Colo Colo, además, incluye dar un protagonismo al Fútbol Joven. “Las mejores campañas fueron con jugadores formados en casa como base. Ahora se forman muchos, pero no se está dando la cabida que merecen”, explica Edmundo Valladares en AS.
La nueva mirada incluye al propio Carabalí, quien, por ahora, debe regresar a Colo Colo cuando concluya la Primera B. “¿Se quedará? Es algo que debemos evaluar”, dicen desde la concesionaria. Miguel Pinto y Darío Melo terminan su contrato con Blanco y Negro. A la espera de definir al próximo entrenador, la gerencia deportiva aún no define las renovaciones. Sin embargo, es un hecho que existirá una presión desde el directorio para darle espacio real a los formados en Colo Colo. Y en esa lista aparece Carabalí.