Los dos apuestas de Lasarte que no existían para Rueda
El DT uruguayo confió en un par de jugadores con un notable presente en el fútbol de Argentina. Ambos respondieron y sin duda pueden ser aporte en la Roja.
Chile cumplió una correcta presentación y obtuvo un importante empate 1-1 frente a Argentina, en Santiago del Estero. El encuentro por las Eliminatorias marcó el debut oficial de Martín Lasarte en la banca de la Roja y el DT uruguayo sorprendió con dos hombres en su primera formación titular que no estaban en los planes de Reinaldo Rueda. Se trata de Pablo Galdames y Eugenio Mena.
Con niveles disímiles, ambos cumplieron ante los trasandinos. Más allá del buen resultado como visitante, el volante mixto y el lateral izquierdo, de gran actualidad precisamente en el fútbol de Argentina en Vélez Sarsfield y Racing de Avellaneda, dejaron en claro que el desafío no los superó y además que surgen como alternativas confiables para los nuevos retos de la Selección chilena.
Debutante absoluto
El estreno absoluto en las Eliminatorias partió con una contrariedad para Galdames, que finalmente pudo, eso sí, sobrellevar durante el encuentro. Ni siquiera se habían cumplido dos minutos de juego y el ex Unión Española fue amonestado, quedando restringido en su accionar para el desarrollo del duelo. Sin embargo, la tarjeta amarilla recibida, a la larga, no resultó tan decisiva en la presentación del hombre de Vélez Sarsfield.
Además de su inclusión en la titularidad como reemplazante de Arturo Vidal, Lasarte sorprendió ubicando a Galdames como volante externo derecho en el contexto de la línea de cuatro mediocampistas de Chile. Abierto y pegado a la línea de banda, le costo al ex hispano tener un rol de mayor incidencia en el juego, pero su faena, en este sector de la cancha, se concentró primordialmente en la producción defensiva.
El volante nacional logró mayor participación en la construcción de juego, cuando por efectos de las acciones elaborativas de Chile centralizó su posición, hacia la zona de acción del '8', y generó buenas interacciones con el resto de los mediocampista. Entonces, se mostró claro y seguro con el balón, resolviendo con sobriedad y eficacia en las maniobras. Por pasajes, fue un destino confiable de la pelota y también mostró disposición por unirse al ataque con interacciones de apoyo a la dupla Vargas-Sánchez.
Retornado con gran presente
Indiscutiblemente fue el mejor hombre de Chile contra Argentina. Mena volvió jugar por la Roja, luego de su última participación en el 3-1 en contra ante México, en marzo de 2019. Habían pasado más de dos años de ausencia y el ex Santiago Wanderers ratificó, en el terreno de juego, el buen nivel futbolístico que lo ha convertido en un elemento importante en Racing de Avellanada.
Durante el primer tiempo, la labor del zurdo se concentró primordialmente en otorgar seguridad defensiva al flanco izquierdo de la última línea. No resultó una tarea fácil: debió controlar las apariciones por su sector de Lionel Messi en momentos en que el crack trasandino dejó su posición de primer punta en el 1-4-4-2 de Argentina para convertirse en puntero o extremo derecho ocasional.
Entonces, Mena se vio seguro, rápido, fuerte y confiable. En pocas ocasiones perdió en los duelos, aunque contó con las colaboraciones defensivas pertinentes a su espalda para ir a presionar a Messi y a Lucas Ocampos, volante externo derecho argentino, sin temor a no contar con las coberturas apropiadas. Estuvo sólido en esta faceta.
En el segundo tiempo, el porteño pasó decididamente al ataque. Durante la etapa inicial del complemento, llegó al área acompañando una acción gestada por el sector contrario y su remate de volea justo fue bloqueado por Juan Foyth, lateral derecho local. En otra oportunidad pudo llegar a línea de fondo y enviar un centro que generó peligro.
Finalmente, en el epílogo y cuando Chile se dedicó solo a contener los últimos intentos de ataque de Argentina, el zurdo conservó la eficacia en las disputas individuales en el costado izquierdo de la defensa. Un buen regreso de Mena a la Roja, que dejó grandes sensaciones respecto a los nuevos aportes que pueda concretar en el futuro.