La casa atípica de la Roja
Muy contrario a lo que se vivió en Cuiabá y Brasilia, los chilenos residentes en Río de Janeiro le aportan ambiente a una apagada Copa América. El clima también llamó la atención.
A solo horas de que la Roja regrese a Brasil para disputar los cuartos de final de la Copa América, la lluvia sorprendió en Río de Janeiro. Las gotas comenzaron a caer desde muy temprano este martes. Pese a que se detuvo durante la tarde, las precipitaciones continuaron en la noche. Un escenario muy distinto a lo que había vivido la Roja en las semanas anteriores.
La delegación chilena llegará este miércoles en la noche a Río de Janeiro y de acuerdo a los pronósticos, la temperatura continuará baja. Se mantendrá con 18 grados en gran parte de la jornada. Algo más moderado si se compara con el presente de Santiago, pero mucho más frío que Cuiabá, donde había 33 grados en el duelo de Chile frente a Uruguay.
La organización de Copa América está atenta a las consecuencias que podría tener la lluvia en la cancha del Nilton Santos, que ya ha sido duramente cuestionada.
La Roja también se reencontrará con su grupo de fanáticos. Los chilenos residentes en Río de Janeiro volverán a apoyar a los futbolistas en la previa del duelo contra Brasil: "Ya nos estamos preparando para ir a recibir a los jugadores", cuenta José Santana, hincha de la Selección.
Esta situación ha marcado una diferencia durante la Copa América. En un apagado evento, sin público y con rigurosas medidas sanitaria, el protagonismo de los chilenos es una excepción. Algo que no ocurrió en Cuiabá (salvo el caso del hincha solitario), ni en Brasilia.