“Un día estaba entrenando y me dio un ataque de angustia de la nada... Me asusté, sentía que moría”
“No tengo palabras para explicar qué influyó. Ahora lo puedo decir públicamente, porque lo normalicé y lo acepté, para poder sanarme”, cuenta a AS Gonzalo Lauler.


En la primera parte de su profunda charla con AS, Gonzalo Lauler (36) reveló que hace dos años y medio vive con depresión por ansiedad. Ahora, el defensor central ahonda en el episodio donde se desató su lucha. Todo comenzó mientras defendía a Universidad de Concepción.
- ¿Hace cuánto le diagnosticaron su enfermedad?
- Hace como dos años y medio. Un día estaba entrenando y me dio un ataque de angustia de la nada. Me asusté, sentía que me moría, que me iba a dar un infarto. Todos me miraban porque empecé a caminar para todos lados. No podía respirar. No tengo palabras para explicar qué influyó en esto. Ahora lo puedo decir públicamente, porque lo normalicé y lo acepté, para poder sanarme. Necesito dar ese paso. El club me mandó a un especialista y me terminaron diagnosticando esto que es medio tabú para todos en el deporte, porque haciendo esto público, te cierras puertas, porque no estás bien para jugar. Pero prioricé mi salud, estar bien.
- Tiene una hija de nueve años. ¿Cómo ha hecho para cumplir su rol de padre a pesar de su enfermedad?
- Siempre con una sonrisa, porque ella está por encima de todo. Con la ‘Agu’ no vivimos juntos, ella vive con su mamá. Tenemos una relación de padres muy cordial por más que hace muchos años ya no estamos juntos. El mundo es frío, entonces regalar una sonrisa o un abrazo, realmente cambia el día.
- ¿Cómo era su relación con la Salud Mental antes de vivir esto?
- No le tomaba el peso y ahora sí. Empatizaba, pero no lo sentía propio, entonces como que no pescaba. Cuando te pasa, no sabes cómo explicar lo que sientes. Es desesperante, porque te preguntas ‘¿por qué no eres feliz si estás haciendo lo que siempre soñaste?’. De vez en cuando hablo con ‘Mathi’ Vidangossy, que pasó algo similar, y él siempre tiene una frase que me hace un click.
- ¿Qué le diría a su yo que partió este proceso y que tocó fondo?
- Que mientras antes uno lo acepte, es mucho mejor. Y que estoy orgulloso de poder ir superando esto.