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Chile ganó un partido en el 2022. Uno. Fue el 1 de febrero cuando la selección que dirigía Martín Lasarte aún estaba en competencia por las clasificatorias al Mundial que ahora se está jugando. Esa tarde en La Paz, Chile venció al local por 3-2 con gran actuación de Alexis Sánchez y el debut goleador por la Roja de Marcelino Núñez. Fue la única victoria en el año calendario. Una sola.

No todos los partidos responden a la misma lógica. El 2022 comenzó con Chile aún en eliminatorias con una leve esperanza de clasificación. Las derrotas ante Argentina en Calama (“llevemos a los argentinos a la altura porque se mueren”), contra Brasil y Uruguay sepultaron cualquier atisbo de ensueño.

El año comenzó con el uruguayo Martín Lasarte sentado en el banquillo técnico, en reemplazo de Reinaldo Rueda. Chile no mejoró, le ganó a los mismos a quienes se les gana siempre (incluso menos) y el elenco terminó séptimo en una carrera donde participaban diez.

Luego vino la búsqueda de un nuevo entrenador y tras varias vueltas se llegó al nombre de Eduardo Berizzo. El trasandino ha dirigido siete partidos y no ganó ninguno. Los números son malos, aunque su proceso es diferente al de Lasarte o al de Rueda. Chile aún no está en competencia. La búsqueda de un equipo es tarea prioritaria. Encontrar nombres propios, un estilo, parece estar pasando por un período de turbulencia pues la oferta no es demasiado variada. El rendimiento de los históricos, tras más de una década en altísimo nivel, está bajando. Y el relevo parece demasiado lento, aunque los últimos pleitos de La Roja han otorgado cierta luz en renovar convicciones. Chile adolece de falta de gol. Un dolor de cabeza que a esta altura ya es jaqueca. Pero si repasamos partido a partido, en los primeros juegos de la era Berizzo el equipo se creaba muy pocas chances de gol. Ante Eslovaquia el escenario fue distinto. Oportunidades hubo. Esta vez falló la eficacia y definición ante portería ajena.

Once partidos jugó Chile en este 2022. Perdió siete, empató tres y ganó uno solo, 3-2 ante Bolivia en La Paz, la tarde del 1 de febrero, una fecha que se ve cada vez más lejos en el calendario.