Nunca antes un tenista hispanoparlante había sido No. 1 del mundo. Y tampoco lo habían logrado un francés, un inglés, un italiano o un ruso.
PorLeopoldo Iturra
Nunca antes un tenista hispanoparlante había sido No. 1 del mundo. Y tampoco lo habían logrado un francés, un inglés, un italiano o un ruso.
Cuesta entender cómo un tipo que en la temporada 1977 obtuvo 16 títulos, incluídos Roland Garros y el US Open, no haya sido número uno del mundo.
Hernández