FÚTBOL CHILENO
Los secretos del gran éxito de Antofagasta en el campeonato
El cuadro nortino sorprendió al vencer a Colo Colo y se metió en el podio del torneo. Por ahora está logrando una histórica clasificación a Libertadores.
Antofagasta dio una nueva muestra de la gran temporada que cumple bajo el mando de Gerardo Ameli frente a Colo Colo. Los nortinos caían por 3-1, pero no dejaron de bregar en términos futbolísticos y, con plena justicia, vencieron por 4-3. Un hito para el cuadro puma, pues hacía 25 años que no ganaba en el Estadio Monumental.
Hoy, los antofagastinos ocupan la tercera posición en el Torneo Nacional y estarían clasificándose a la Copa Libertadores del próximo año, cumpliendo con el objetivo trazado en orden a insertar al club por primera vez en una competencia internacional. Pero nada es casualidad, ya que el análisis en profundidad sobre el cometido del cuadro nortino en 2018 arroja algunos aspectos clave en el éxito alcanzado.
Línea de juego
Salvo las excepciones ocurridas en las fechas 5, 6 y 13 del torneo cuando jugó con un sistema 1-3-4-1-2, los nortinos siempre actuaron con el mismo esquema de juego, 1-4-2-3-1. Tal ubicación posicional de los jugadores ya es un sello distintivo. El equipo se para en la cancha con una defensa férrea de cuatro integrantes, que solo se descompone pasajeramente por la subida alternada, y no muy recurrente, de uno de los laterales.
La línea de volantes opera con dos mediocampistas centrales, siempre bien posicionados y con uno de estos en una labor mixta de acompañamiento ofensivo. Dos de los tres mediapuntas 'abren' la cancha y buscan la profundidad ofensiva por los costados, mientras que el tercero cumple el rol de enlace tras el único ariete, quien posee por misión esencial finalizar las maniobras de ataque por el centro de la delantera.
Cifras clave
El promedio de posesión de balón de la escuadra que conduce Ameli es solo de 46,4 por ciento. Los rivales tienen más la pelota, lo que resulta funcional a su operar futbolístico. Su generación de juego es acotada, no se desgasta en circulaciones del balón extensas y va siempre hacia adelante, encontrando los espacios detrás de las líneas de presión oponentes. Sin la pelota concentra su energía a partir del sector medio hacia atrás para achicar en bloque e imponerse en la recuperación del balón.
La media de tiros por partido en el campeonato asciende a 12,3 disparos y los remates necesarios para convertir un gol son 9,5 envíos. La cifra propia de los pumas coincide con el promedio de tiros, pero el quiebre se produce en la requisitoria para anotar: en el elenco de Ameli es de 7,4 remates, es decir 2 disparos menos, lo que expresa su buena contundencia ofensiva.
Todo lo anterior queda más claro al considerar el porcentaje de efectividad de Antofagasta. Asciende a 13,4 por ciento y en el campeonato la media es 10,6, revelando una fuerte brecha en favor de los pumas. En otras palabras, el cuadro nortino ataca lo mismo que todos los otros equipos del campeonato, con un promedio de 12,6 tiros por partido, pero a diferencia del resto convierte en el 13,4 por ciento de esas ocasiones.