SUPERCLÁSICO
El mayor desafío de Valencia
Vivirá su primer duelo ante Colo Colo en la banca de la U y, con el paso de los meses hasta su ratificación en el cargo, el DT marcó una huella que ilusiona a los hinchas con el triunfo.
Una gran noticia recibió Esteban Valencia en la antesala del Superclásico de este domingo frente a Colo Colo, en el estadio El Teniente de Rancagua. El DT de Universidad de Chile fue ratificado en el cargo hasta diciembre de 2021 y el calificativo de interino, que lo acompañó en los últimos meses, finalmente quedó en el pasado.
De a poco, el ex volante fue imponiendo su estilo y los resultados favorables encumbraron a la escuadra universitaria en la tabla de posiciones. Claro que, con la confirmación como cabeza del plantel, probablemente la exigencia será mayor y la nueva etapa comenzará con el desafío de enfrentar al rival clásico. Pero Valencia, gracias a atributos de conducción bien marcados, ilusiona a los hinchas con romper la sequía de triunfos que suma ocho años.
Idea definida
El DT de la U llegó temporalmente al cargo, debido a que los azules no jugaban bien bajo la conducción de Rafael Dudamel. Por lo tanto, la primera misión que tuvo en el cargo consistió en dotar de una identidad futbolística a sus dirigidos. No fue un proceso fácil, pues la urgencia de resultados favorables también pesaba, pero a la larga consiguió su objetivo: hoy la U posee un perfil de juego detectable y, en el entorno íntimo, es la principal herramienta para ir por el triunfo ante Colo Colo.
En la fase ofensiva, la U desarrolla el Ataque Construido. Esto significa que los estudiantiles unen las tres líneas del equipo mediante la circulación del balón, intentando llegar al arco rival. Los centrales, Osvaldo González y Ramón Arias, inician juego desde la última línea a través de conexiones fluidas con los hombres del mediocampo. Tras esto, las asociaciones se intensifican en busca de la profundidad ofensiva, sobre todo por los costados con los ascensos de los laterales. Y el destino final de las habilitaciones suele ser Joaquín Larrivey.
Para defender, el panorama también es bastante claro. La escuadra azul oscila entre un Presión Inmediata y el Reagrupamiento Defensivo. Los primeros segundos luego de perder el balón son clave: los hombres cercanos reaccionan rápidamente en pos de la recuperación. Y cuando esto no se concreta, el bloque se concentra en la zona cerca al balón a la espera de condiciones favorables para interrumpir la gestación rival o derechamente hacerse nuevamente de la pelota.
Estilo prudente
Valencia ha dado muestras constantes y públicas de que lo que menos le interesa es generarse problemas sin fundamentos o justificaciones. Lo dejó en claro en el gran tema controversial bajo su gestión de algunos meses en la U: la falta de adaptación de Marcelo Cañete al funcionamiento colectivo de los azules.
El DT se ha manejado con sumo tacto ante la problemática. Su respaldo al argentino, quien brilló en Cobresal y no lo ha podido hacer en el elenco universitario, no cesa, pese a su desempeño irregular. Y cuando el '10' de la U dio algunos indicios de su talento destacó, de sobremanera su aporte, al rendimiento global del equipo.
Los trascendidos desde el CDA dan cuenta de un entrenador que llegó con la misión de desestresar al plantel tras la etapa de Dudamel. Lo consiguió con un manejo cercano, dialogante y de respaldo permanente a los jugadores. Que Larrivey destacara esta faceta de su labor, cuando solo llevaba algunas semanas como DT del primer equipo, fue la primera señal de un manejo de grupo que ha potenciado el desempeño individual y colectivo.
Firmeza
Hasta ahora, todo indica que las habilidades blandas son parte de las fortalezas de Valencia en su buena labor al mando de la U. Sin embargo, esto no ha significado que hoy los azules tengan como conductor un tipo irresoluto y de decisiones condiciones condicionadas externamente. Los hechos lo han demostrado.
El DT no se hizo problemas para ratificar a Sebastián Galani como el '6' titular en demesdro de uno de los hombres con mayor proyección en el club, Camilo Moya. Valencia que el coquimbano aportaba más que el canterano de la U y se mantuvo en el equipo hasta que una lesión lo marginó de la competencia. Lo mismo pasó con Marcelo Morales y Franco Lobos. El lateral izquierdo y el atacante necesitaban continuidad para consolidarse y el estratega se las otorgó. Hoy nadie duda de su titularidad.