Figura de Ñublense: "Si le anoto a la U, sería el gol más doloroso de mi carrera"

- En la primera rueda, la U estaba peleando arriba, pero hoy el panorama es muy diferente. ¿Qué cree que se va a encontrar Ñublense al enfrentarlo en plena crisis?
- Son muy claras las cosas que le cuestan a la U o cómo podemos manejarles el partido. A la U se le hace un gol y se derrumba. Soy nacido e hincha del club, por lo que veo todos los partidos que puedo y quedó demostrado lo que pasó contra Curicó. Tenemos que estar tranquilos y aprovechar las opciones que tengamos. Me da pena decirlo, porque soy hincha de la U y perjudicar al club en este momento me pone entre la espada y la pared, pero soy profesional.

- ¿Le duele ver la situación actual del club?
- Sí, muchísimo. La U no se merece estar ahí. Me crié en el club, sé lo que es su hinchada, pero lo que está pasando viene de años. No hay un proyecto real que perdure en el tiempo y es lo que está perjudicando. Los dirigentes quieren todo rápido. A los actuales dirigentes y dueños no los conozco, pero es la cara visible de lo de arriba. La hinchada obviamente va a mostrar su frustración en la cancha. Da pena ver a un club grande así, sobre todo por su historia.

- La invasión de los hinchas el fin de semana pasado terminó con agresiones a Thomas Rodríguez y Pablo Aránguiz. Este último, incluso, ha recibido amenazas de muerte. ¿Cree que pasó lo peor de la tensión o puede venir algo extra?
- Creo que puede ser peor. Obviamente estoy en contra de lo que pasó. Si quieren meterse a la cancha a mostrar su descontento, háganlo, pero agredir a jugadores, compañeros de profesión en mi caso, no estaré nunca de acuerdo. Los futbolistas somos los primeros que queremos sacar adelante la situación, somos los primeros en saber que no estamos bien, realmente lo pasamos mal. Obviamente los jugadores pasan y la hinchada siempre quedará, pero los jugadores sufrimos mucho. Sé que la U puede asentar cabeza.

- ¿Piensa que los dirigentes dejaron solos a Esteban Valencia y a los jugadores?
- No puedo responder eso porque no estoy adentro, pero sí me dio pena lo que pasó con el 'profe' (Valencia). Lo conozco desde los 9 años y me entristece que a un jugador histórico como él lo hayan dejado solo, no salieran a respaldarlo. Solo lo hicieron un partido antes de Curicó, pero más allá no sé qué habrá pasado. Como hincha y jugador, me da mucha pena.

- Hubo varias negociaciones de figuras del plantel que se fueron dilatando con el tiempo. Usted como jugador, ¿cree que aquello desenfocó a los jugadores implicados?
- Mucho. Escuché unas declaraciones de Johnny (Herrera) hace unos días y le encontré toda la razón. Uno como jugador quiere tranquilidad económica, saber dónde va a jugar porque uno piensa en la familia. Por ejemplo, Ramón (Arias) o (Joaquín) Larrivey son jugadores importantísimos y aunque no quieran, igual se pueden desconcentrar pensando cosas como '¿qué va a pasar conmigo? ¿voy a estar acá el próximo año o no?'. Cuando uno ya tiene claro qué va a pasar con su futuro, puede jugar mucho más tranquilo.

- Usted tiene una mirada muy crítica de lo que sucede en el club. ¿Siente que su etapa en la U está cerrada?
- No, no. Nunca voy a cerrar ninguna etapa. En mi caso, nunca tuve la oportunidad real de demostrar, de jugar en el primer equipo. Solamente jugué en categorías juveniles, fui citado un par de veces, pero nunca más allá en un proceso largo. Me dio pena la forma en cómo salí de la U. Hasta Johnny Herrera, un histórico del club, salió de mala forma y me dio pena. En mi caso, que no soy un jugador histórico ni mucho menos, me dijeron: '¿Sabís qué, Mathías? No seguís' y chao. No me renovaron, nada. Fui a firmar los papeles y nada más. A ver: yo no merecía explicaciones porque era un simple juvenil, pero hice ocho o nueve goles esa temporada en la B en Melipilla y el máximo goleador de la U ese año fue Mauricio Pinilla que estuvo una rueda. Tenía la esperanza de ser renovado, ni siquiera de jugar. Quería quedarme y que me mandaran a préstamo, a algún equipo de primera para ganar rodaje. Ni eso pasó.

- ¿Le gustaría volver?
- Espero volver. Es el equipo que amo y me da mucha pena verlo cómo está hoy. ¿Si desciende? Ojalá no suceda, pero si pasa, yo voy encantado, aunque tenga ofertas de otros lados. Juego en la U donde esté. Mi familia lo sabe y mi representante lo tiene más que claro. No sé si es una revancha, pero quiero una oportunidad en la U. Sé que en este momento no estoy pasando por un buen momento futbolístico, tuve una lesión (pubalgia) que es muy complicada. Estoy volviendo de a poco y espero regresar al nivel que tuve en algún momento y con ello volver a la U. Iría hasta a Tercera División a jugar por la U. No lo dudaría ni un segundo.

- ¿Cómo se sentiría si le hiciera un gol al club que ama teniendo en cuenta el contexto actual?
- ¿Si le anoto? Sería el gol más doloroso de mi carrera, pero tengo que ser profesional. No lo celebraría ni jugando en Colo Colo o Universidad Católica. Yo no le cierro las puertas a ningún club, porque nunca hay que escupir para el cielo, pero sí sé que no podría celebrar un gol contra la U.

- Si uno analiza la actualidad de Colo Colo o Católica, por ejemplo, puede ver a múltiples juveniles ya asentados en el primer equipo. ¿Por qué cree que eso no pasa en la U?
- Me da un poco de envidia sana ver a esos equipos sacando jugadores todos los años. Católica es prácticamente la base de la Selección y en Colo Colo veo jugadores como Joan Cruz, (Vicente) Pizarro e Iván Morales y miro el caso de la U y cuesta encontrar. A (Gustavo) Poyet le habían pedido tres cosas en Católica; una de ellas era hacer jugar a muchos juveniles. En la U nunca he visto a un técnico que se vaya y haya dicho: 'a mí me pidieron utilizar a varios juveniles'. Cuesta mucho que nos den la oportunidad y no es porque seamos malos. En mi caso, fui campeón desde la Sub 12 hasta la juvenil y nunca se me dio la chance. Prefieren traer jugadores grandes. La U no va a perder nada usando a un juvenil, al contrario. Si explota, lo van a querer de afuera y el club se va a beneficiar y recuperará el dinero invertido en la formación. En la U desanima mucho cuando vas creciendo y te das cuenta que no hay oportunidades.

- ¿Qué piensa del caso de Nicolás Guerra su actual compañero en Ñublense? ¿Hizo bien la U en dejarlo ir o debía quedarse?
- Nico tuvo buenos años cuando apareció. Con (Ángel Guillermo) Hoyos, cuando debutó, hizo hartos goles y después, cuando se perdió un gol contra Racing, la gente lo bombardeó y se fue para abajo. Siento que desde ahí en la U lo dejaron a un lado y empezó a desaparecer. Cuando llegó (Rafael) Dudamel, no lo pescaba. Obviamente es parte del fútbol que te critiquen, pero hay que ver más allá. En mi caso como hincha, prefiero bancar a un juvenil que matarlo de una. El juvenil sabe lo que es la U. Siento que hicieron la más fácil con él.