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TORNEO NACIONAL

Los 5 esquemas con 'Sacha' Sáez y Llanos en el doble '9' de la UC

Tres propuestas mantienen la línea de cuatro defensas, en tanto que las otras dos restantes exigen una 'reingeniería táctica' con tres zagueros y dos carrileros.

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Los 5 esquemas con 'Sacha' Sáez y Llanos en el doble '9' de la UC

En la antesala del retorno a la actividad competitiva en el Torneo Nacional ha habido un asunto, de índole táctica, que ha sido tema en Universidad Católica. Tiene que ver con las posibilidades de que Beñat San José haga convivir en el ataque a Sebastián 'Sacha' Sáez, el único fichaje de los cruzados, y a David Llanos. 

El entrenador español no le ha hecho el quite al tema. "El hecho de jugar con dos '9' se verá a lo largo del campeonato, pero eso nos podría despotenciar mucho para jugar con un sistema que requiera tres atacantes", afirmó San José durante la semana pasada, confirmando que seguirá empleando, por ahora, el 1-4-3-3 dominante de la primera rueda.

Como sea, ante la situación de que el DT de la UC, en algún instante, se decida por incluir en la formación titular a ambos goleadores por el eje de la línea ofensiva, los sistemas de juego vigentes le otorgan a San José cinco esquemas posibles para que el 'Sacha' Sáez y Llanos actúen desde el primer minuto, conformado un doble '9' en el elenco cruzado.

Fórmulas clásicas

Concentrando la atención en los nombres en el equipo desde el mediocampo hacia adelante, una salida táctica posible para el técnico universitario sería el ordenamiento posicional 1-4-3-1-2. Así, la UC podría alinear con Luciano Aued de '6' y por los costados José Pedro Fuenzalida y Carlos Lobos o César Fuentes como volantes interiores, dejando a Diego Buonanotte en la labor de enlace. Arriba, y por el centro, 'Sacha' Sáez y Llanos utilizarían todo el ancho de la cancha para moverse o atacar juntos el área por el eje ofensivo para finalizar los avances por las puntas.

La otra variante sería el esquema 1-4-2-2-2, aunque este cada vez es menos frecuente, pues logró su mayor vigencia en los años 90 y a comienzos de la década pasada. El par de mediocampistas de contención serían Aued y Fuentes o Lobos, dejando en la creación a Diego Rojas y Buonanotte, muy cerca también en la interacción ofensiva con los centrodelanteros Sáez y Llanos. Tal organización es poco factible, aunque no descartable, pues hoy el énfasis del juego radica en las bandas y el 'cuadrado clásico de volantes' desestima este aspecto, por lo que fue cayendo en desuso.

Algo más actual y moderno

La salida más viable para incluir a los goleadores, en vista de que no modifica la estructura de cuatro defensores en la zaga y también porque circunstancialmente ha sido empleada por la UC, sería el sistema 1-4-4-2. La dupla de volantes centrales la integrarían Aued y Fuentes o Lobos, actuando por los costados Fuenzalida y Buonanotte, con este último con libertad para, desde el costado izquierdo, internarse en la cancha para generar juego. En el ataque se desempañarían Llanos y Saéz.

Por último, surge la opción de realizar un cambio radical de esquema general y pasar a defender a con tres zagueros, quienes podrían ser Benjamín Kuscevic o Cristián Álvarez, Germán Lanaro y Branco Ampuero, dando vida a un 1-3-4-1-2. La línea de volantes la compondrían Fuenzalida, Fuentes o Lobos, Aued y Germán Voboril o el Sub 20 Yerko Oyanedel y por delante de ellos Buonanotte como '10', en conexión con Sáez y Llanos. Tal ordenamiento le otorga relevancia a 'abrir la cancha' a partir del mediocampo y, por su flexibilidad, permite defender con 5 hombres, gracias al retroceso largo de ambos carrileros.

Finalmente, el sistema 1-3-3-2-2 sería la quinta fórmula posicional factible, un esquema, por ejemplo, empleado por Inglaterra en Rusia 2018. El '6' del equipo sería Aued y los volantes interiores, Lobos y Buonanotte, con chances también para Fuentes y Rojas en tales roles. La delantera quedaría integrada por Llanos y Sáez, un doble '9' mayormente asistido en la gestación de fútbol por los dos hombres creativos de la mitad de la cancha. La propuesta no desconsidera el juego por los costados, pues se mantienen los carrileros, y en defensa, a raíz del retroceso largo de volantes, externos y zagueros, es factible conformar una estructura de cinco integrantes con otra línea de tres hombres por delante, profundizando la custodia de la propia portería.