ENTREVISTA AS
El plan de Víctor Rivero para aspirar al ascenso con Cobreloa
El nuevo DT armó un plantel totalmente nuevo y confía en obtener el ansiado anhelo de los loínos. "Hay una ilusión muy grande", manifesta a AS Chile.
El plantel de Cobreloa se encuentra en La Calera iniciando la etapa final de la pretemporada bajo la conducción de Víctor Rivero con miras al torneo de Primera B. En el cuadro nortino, la meta no es otra que conseguir el ascenso y el nuevo DT loíno, en conversación con AS Chile, dejó en claro sus conceptos para conquistar el ansiado objetivo.
"Hay una ilusión muy grande por ascender, lo que pasa a ser una presión grande también. Sabemos que el club tiene una identidad especial en la ciudad y el fútbol se vive de una manera distinta a otras ciudades de Chile. Entendemos esa necesidad y tendremos que esforzarnos mucho para lograr el objetivo", expresa Rivero, quien ascendió y luego dirigió a La Calera en Primera División en 2018.
-¿Está conforme con la forma cómo se ha armado el plantel?
-La verdad es que una de las ventajas de venir para acá era que podíamos armar un equipo al gusto del cuerpo técnico. Había muchos jugadores que cumplían contrato y entonces estaba la posibilidad de que nosotros armáramos el equipo.
-Durante el torneo, la presión será fuerte por estar siempre cerca del objetivo de ascender.
-Sabemos que será así. Por lo mismo hemos tratado de conformar un plantel en base a las confianzas. De alguna manera como cuerpo técnico queremos cobrar revancha de lo que le pasó al equipo durante el año anterior, que estuvo muy cerca de subir.
-¿Dirigir ahora al equipo más grande de la serie lo ha llevado a darle alguna vuelta a la forma de jugar de sus equipos?
-Primero hay un desafío respecto del tema de la intensidad. Sabemos que de local podemos sacar una ventaja importante, porque es difícil jugar en Calama. En general nuestros equipos se han caracterizado por el tema de la intensidad y lo físico. Entendemos también que vamos a tener que manejar varias variantes para poder ganar los partidos de local. Los equipos no dejan espacios, tratan de dosificar. Y cuando Cobreloa juega de visita, lo hace con mucha gente también, es como si fuera local en Santiago. Eso también implica una presión y no sirve salir a empatar de visita.
-¿Este desafío es más complejo que cuando asumió en La Calera? El equipo cementero estaba casi sentenciado al descenso en Primera B y al final terminó subiendo.
-Yo creo que nada es comparable con lo que nos tocó vivir en La Calera. Era un club que estaba no solo destinado a descender, sino que también a desaparecer y el proceso terminó con una clasificación a la Copa Sudamericana. A pesar de que La Calera no tiene la trascendencia de Cobreloa, íbamos a quedar en la historia con esa marca negativa. Pero quedamos como el primer cuerpo técnico que logró clasificar a una copa internacional.
-¿No perdió de vista lo que pasaba en Primera B? ¿Está al tanto de cómo se estaba jugando, de quiénes eran los jugadores de la categoría?
-Por supuesto, y creemos que es más difícil el campeonato de Primera B que el de Primera División. En esta categoría solo sirve salir campeón o ascender. Sin embargo, en Primera hasta el octavo lugar permite clasificar a una copa internacional y si te salvas del descenso también puede ser un logro para el equipo. En Primera B los equipos son muy competitivos, porque además le sacan mucho provecho a la localía.
-Ahora cada partido será de grande a chico, está en Cobreloa.
-La verdad que sí. En La Calera y San Luis dimos la sorpresa, no éramos los candidatos a ascender y terminamos haciendo campañas históricas. Con Everton ganamos el Apertura, pero no pudimos terminar el siguiente torneo, era un equipo grande en la división, pero estaba quebrado. No pudimos reforzarnos en el Clausura y así haberle dado más lucha a Temuco, que fue el campeón.
-¿Esta exigencia le demandará un paso adelante en su crecimiento como DT?
-Claro, sabemos que en el fútbol hay momentos para todo, para proponer o replegarse. Hay una presión distinta en Cobreloa, pero sentimos que caminamos también hacia una maduración como cuerpo técnico.